Visita XcalakDespués de la llegada del comandante Blanco a Payo Obispo, y a fin de contar con una mayor presencia militar en su frontera sur con Belice, el gobierno de la República ordenó la construcción de un pequeño puerto en su litoral sur del Caribe. Para tal fin  comisionó al al famoso constructor Angel Ortíz Monasterio y a su socio el Ingeniero naval Miguel Rebolledo así como  al teniente de navío Alberto Zenteno para efectuar un levantamiento hidrográfico de  la costa de Xcalak hasta el canal de  Bacalar Chico, incluyendo el propio canal. En un pailebot de fabricación inglesa se realizó este trabajo y se elaboró el listado de los materiales que habrían de adquirirse o fabricarse, además de las embarcaciones de alijo, remolques de poco calado, chalanes, dragas, pontones y demás implementos que habrían de necesitarse para las obras.

Las embarcaciones que integraron lo que sería la flotilla del Sur y la Estación Naval de Chetumal, fueron la corbeta “Zaragoza”, los cañoneros “Libertad” e “Independencia”, el velero “Yucatán” y los  pailebots: “Ycalché”, “Moctezuma” y “Tatich”. Todas ellas transportaron, además del comandante en jefe y su estado mayor,  al segundo batallón de infantería   compuesto de 600 hombres, cosa de 200 mujeres, y 150 artilleros. También fueron parte de la expedición  los marineros para las embarcaciones, maquinistas, fogoneros, mecánicos y demás empleados de las obras a ejecutar. Un contingente de alrededor de mil personas en total.

Para fines de Octubre de 1899, sin el conocimiento de las autoridades inglesas, la expedición fondeó en la bahía de Belice, un hecho que ocasionó un incidente diplomático internacional, al que se le llamó “El Incidente Belice”. Después de vencer no pocas dificultades diplomáticas el comandante de la escuadra consiguió la autorización para trasladar sus tropas, marinería y elementos de guerra a embarcaciones de poco calado para transportarse al interior de la bahía de Chetumal. Diecinueve meses después de la fundación de Payo Obispo, un 24 de Octubre de 1899,  el desembarco de tal contingente se efectuó en una pequeña península de la bahía de Chetumal llamada “Sombrerete”, a cuatro o cinco kilómetros, al noroeste de la boca Poniente del canal internacional de “Bacalar Chico”.

El sitio, escogido estratégicamente,  ofrecía una muy buena  defensa en caso de un posible ataque del enemigo, ya que estaba rodeado de agua casi totalmente, menos por su parte más angosta que lo unía al resto de la tierra, lugar donde se levantaron algunas fortificaciones de carácter pasajero. Una vez construidas casas de madera para jefes, oficiales, empleados y tropa, se procedió a la instalación de la draga del canal y la colocación de pontones para martinetes y demás. Se construyeron  aljibes para captar agua de lluvia y el campamento quedó debidamente instalado con muy buenas  condiciones de salubridad. Dos meses después de haber sido oficialmente designado Miguel Rebolledo director de las obras del dragado del canal de Xcalak, el primer tramo del canal quedó abierto y con ello se permitió la entrada y la salida de embarcaciones de mediano calado. No fue sino hasta el 19 de Mayo de 1900, que partiendo de “Sombrerete”,  llamado campamento “Zaragoza”, Rebolledo se trasladó, con una fuerza de 150 soldados, 100 operarios diversos, y 60 marineros, a una zona de la costa, frente al canal de Xcalak donde construyó las primeras casas del puerto, al mismo tiempo que  continuaba con las labores de dragado del canal y  construía un muelle de madera. Para fines del mismo año entró al fondeadero el cañonero “Libertad” con calado de 7 a 9 pies y más tarde el vapor transporte “José Romano”, con un calado algo mayor. Así es como el libro “Semblanza Marítima de México” registra la puesta en operación  del puerto,  al que se le dio el mismo nombre del canal: “Xcalak”. En cuanto a la fecha  exacta de su fundación ésta queda entre Mayo y finales del año  de 1900, que es cuando comienza la historia del Xcalak como pueblo y como  puerto.

Los estudios realizados por Rebolledo y Zenteno reflejaron  que la bahía de Chetumal, en toda su extensión era poco profunda y con muchos bajos, no permitiendo la navegación sino de barcos de menos de seis pies de calado. Señalaban también que la entrada sur de la bahía estaba cerrada por un gran bajo que corría de Oriente a Poniente y solo se podía penetrar a ella, navegando por aguas nacionales, por el  antiguo canal natural, de no más de cuatro pies de profundidad que era el Canal de Bacalar Chico. Como el gobierno inglés de Belice se negaba a permitir que barcos de guerra mexicanos navegaran en sus aguas, el estudio concluía que era necesario establecer el puerto de Xcalak para fondear sus barcos de guerra, de al menos 10 a 15 pies de calado, y luego transportar por tierra las tropas y demás implementos militares  hasta el campamento “Zaragoza”. Miguel Rebolledo. Quintana Roo y Belice, .

Con la construcción de una pequeña vía férrea que iba de Xcalak a un punto al Poniente llamado “La Aguada”, situado en la bahía de Chetumal y contigua al campamento “Sombrerete”, se inició también la campaña expedicionaria para retomar Bacalar, ocupada entonces por los indígenas rebeldes, otra de las prioridades nacionales para pacificar la región. El General José María de la Vega, antiguo jefe del departamento de Marina, junto con los coroneles de ingenieros Antonio Flores y José González Sala, se ocuparon  de la campaña. El 20 de Marzo de 1901, saliendo de “La Aguada”, en dos columnas de embarcaciones, navegando por la bahía y el Rio Hondo, un numeroso contingente del segundo batallón de infantería avanzó hacia Bacalar. Unos días después de su salida de “Sombrerete” ambas columnas llegaron a la Bacalar, la primera columna llegó por agua y la segunda por tierra. La segunda   había desembarcado previamente en lo que hoy es “Juan Sarabia”. Bacalar estaba abandonada por los indígenas rebeldes y la plaza  fue ocupada sin resistencia.

 Según nos dice  nuestro cronista,  el maestro Ignacio Herrera Muñoz, doce días después de creado el territorio de Quintana Roo su jefe político, el General José María de la Vega, en su primer informe de gobierno, un 24 de enero de 1903, señaló que en Xcalak habitaban 562 personas mientras que en Payo Obispo solo 170. El dato nos muestra la importancia comparativa en ese entonces de Payo Obispo  frente a Xcalak. Cuando en 1906 Othón P. Blanco abandonó Payo Obispo, la localidad por él fundada apenas era un caserío que comenzaba a florecer. Después de transcurrido más de un siglo vemos  la buena suerte  de una   y el olvido en que se encuentra  la otra.

Mario.